Durante el siglo XVI, los negros fueron capturados en las junglas de Guinea, Congo, Mozambique (África) y vendidos como esclavos; para luego ser trasladados al nuevo continente (América).
El traslado de gente de color al nuevo mundo en 1517, incrementó el tráfico de esclavos en centros mineros de Oruro y Potosí para la extracción de plata y estaño.
El trato que se les dio fue brutal e inhumano, tratados como bestias en sus faenas, especialmente, en el interior de los socavones.
El trabajo cruel y el clima frígido, desfavorables para ellos, hicieron que los negros no tengan resistencia física, ni habilidad para poder extraer el metal.
Debido a estos problemas, ellos fueron trasladados a tierras cálidas del Sur y Norte de los Yungas (Departamento de La Paz) para ser ocupados en cultivos de coca, café y cítricos, formando también parte del procesamiento de la uva, más conocido como pisa uva..
La Danza de los Morenos nació justamente de las cofradías de negros, los cuales se mofaban de los bailes de los señores blancos.
Más tarde los mestizos del altiplano la adaptaron y para mantener su esencia africana, incorporaron máscaras decoradas con rostros negros.
En la coreografía nunca faltaba la matraca, instrumento venido del África, que se tocaba en los actos litúrgicos de Semana Santa.