La producción nacional anual de cueros se estima en unos 2.000.000 de unidades de los cuales los ovinos aportan un 47 %, los bovinos un 23 %, los camélidos 20 % y los caprinos l0 %. La industria de la curtiembre no utiliza al máximo la producción nacional y el aprovechamiento, a nivel de productor, es mínimo.
La explotación de aves domésticas como gallinas, pavos, patos y palomas, está asociada a las prácticas agrícolas de todos los campesinos, constituyendo una actividad complementaria y secundaria.
La avicultura industrial, como actividad separada de la agricultura y especializada en la producción de carne y huevos, recién cobra importancia a partir de 1952, tomando especial impulso en la década del sesenta, período en el que se inicia la producción de pollitos BB (1968). En la actualidad, la avicultura se ha convertido en el segundo reglón de la producción animal. Las rubros que mayor desarrollo han experimentado, son los de la producción de pollos parrilleros y huevos; sin embargo, otras especies como pavos y codornices ya están mereciendo un tratamiento industrial.La actividad avícola tiene niveles de eficiencia satisfactorios. Las relaciones de conversión de alimentos a carne en los establecimientos semi industriales, son del orden de 2,2 a 2,3:1, que muestra el grado de modernización que se ha alcanzado.Cochabamba, particularmente muestra un desarrollo muy importante, con granjas avícolas, modernas, constituyéndose en el principal abastecedor de este tipo de carnes a la propia ciudad y a La Paz.
Santa Cruz, también cuenta con planteles modernos que garantizan su propio abastecimiento.
Los japoneses de San Juan de Yapacaní, han desarrollado la producción de huevos que representa entre el 55 y 60 % del consumo de huevos en la ciudad de La Paz, comercializando el resto en el propio departamento.
Existen también planteles avícolas modernos en Tarija, Sucre y Oruro.
La inmensa riqueza hídrica del país, distribuida en las cuencas del Titicaca, del Plata y del Amazonas, abarcando, según el Mapa de Cobertura y Uso Actual de la Tierra en Bolivia, una superficie de 14.197 km2 de cuerpos de agua en los que viven 340 especies ictiológicas. De éstas 320, viven en lagos y ríos del oriente. A pesar de la inmensa riqueza pesquera con que cuenta el país, estos recursos han sido poco explotados."La superficie de aguas naturales productoras de peces, cubre unos 20.000 kilómetros cuadrados (2.000.000 ha). Si con un criterio general de valuación se considera que una hectárea de agua de las condiciones de los lagos y ríos del país, es capaz de producir un mínimo de 200 kilos de peces por año, la superficie total mencionada producirá 400.000 toneladas métricas en el mismo lapso de tiempo. El dato anterior, de por sí interesante, invita a ser comparado con la población ganadera bovina nacional, la cual según los datos más fehacientes sumaba en 1967 alrededor de 1.800.000 cabezas, las mismas que proporcionarían 324.000 toneladas de carne, si se estima un rendimiento de 180 kilos por ejemplar faenado. Esta conclusión, permite apreciar que el aporte de proteínas de pescado en la dieta humana, puede resultar altamente significativo".
"Es cierto, sin embargo, que del volumen queda por descartar el stock de reproducción, las muertes por diferentes riesgos y las especies no comestibles; consideración que afecta igualmente a la ganadería, exceptuando el capítulo de las especies no comestibles.
Cabe agregar, no obstante, que éstas pueden ser convertidas en harina de pescado y ser consumidas en forma indirecta por el hombre. Otra aplicación que puede darse a estos peces y de un modo general a la producción de zonas alejadas, es su conversión en cueros y pieles, si se permite la regeneración de las poblaciones de caimanes, lagartos, londras, lobitos de río, etc."
Esta cita requiere de algunas correcciones. Se adelantó que la superficie de cuerpos de agua totalizan 14,197 km2 de los cuales se puede considerar sólo el 50 % (709.850 ha) como productoras de un mínimo de 200 kilos de peces al año por hectárea; que producirá un total de 141,970 toneladas en un año.
Esta importante riqueza natural está sometida, en cierto modo, a la destrucción causada por el hombre. Lastimosamente se ven afectadas lenta y progresivamente por una serie de factores, directos e indirectos que cambian la composición cualitativa y cuantitativa de las poblaciones de peces.